Decoración minimalista: Consigue un salón austero con lo esencial
Elimina lo superfluo y transforma el salón en un lugar ordenado. Ganarás en bienestar y en tiempo para ti, ¡garantizado!
Vivir con menos muebles y objetos decorativos puede beneficiarte a nivel psicológico y resulta muy práctico a la hora de limpiar la casa o hacer una mudanza. ¿Has pensado alguna vez en aplicar un estilo más minimalista a tu salón? En este artículo te damos algunos consejos para lograr este objetivo y te ayudamos a averiguar si tienes el perfil adecuado para sumarte a esta disciplina zen y que te dure.
En caso de que ya hayas pasado por esto, quizás sea el momento de plantearte si la decoración minimalista fuera en realidad lo tuyo. Un estilo que traslada los preceptos de la corriente artística del siglo XX del mismo nombre al interior del hogar.
Haz clic aquí para ver más imágenes de salones de todos los estilos
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El minimalismo en el diseño y la arquitectura es una tendencia donde la estructura se reduce a sus elementos estrictamente necesarios. Como promulgaba el movimiento artístico de la Bauhaus, minimalismo es la simplicidad de las estructuras y la ausencia de ornamentación. Sin embargo, decorar de forma minimalista hoy en día tiene otras connotaciones, más relacionadas con la filosofía zen.
¿Quieres saber más sobre el origen del minimalismo?
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Como explican Cristina San José y María Perales, interioristas del estudio La Espaciera, “hoy en día esta corriente ha evolucionado y se ha adaptado a un estilo más cálido: se elimina lo superfluo, sí, pero sin privarse del confort, de las curvas o la calidez en el mobiliario y los materiales”. Se trata, por tanto, de un estilo decorativo que rechaza el hiperconsumismo y que persigue una manera de vida más esencial y simple, pero no por ello incómoda o inhóspita.
Lo primero que debes preguntarte antes de optar por una decoración minimalista en tu salón es si ésta se adaptará a tu estilo de vida. Para ello, aparte de analizar cuestiones básicas –como el éxito que podría tener entre el resto de personas con las que vives, incluidas las mascotas, o si trabajas en casa–, deberías preguntarte: ¿Soy ordenado? Y lo que es más importante: ¿Estoy realmente dispuesto a deshacerme de los trastos que no necesito?
Las interioristas de La Espaciera van más lejos reduciendo la cuestión de forma muy sencilla a una sola pregunta: “¿De qué manera quiero vivir este salón, qué me gusta hacer y qué necesito para hacerlo?”. De esta forma, nos daremos cuenta de si necesitamos una televisión o nos basta con un buen equipo de música; si nos hace falta una librería completa, por ejemplo, o un único estante en la pared.
¿Por dónde empiezo? Una vez realizado este particular examen de conciencia, puede ser que hayas decidido que quieres una decoración minimalista en el salón pero, sin embargo, no sabes por dónde empezar. Lourdes Coll, arquitecta y diseñadora de mobiliario de la marca Momocca, explica que, para ella, decorar con el mínimo de elementos es como despejar la mesa de trabajo. “Cuando necesito inspiración y concentración, hago limpieza y solo dejo lo imprescindible sobre la mesa”. Pues esto sería lo mismo, solo que con el salón.
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Por su parte, la interiorista de Madrid Paloma Angulo, recomienda seguir cuatro pasos:
- Priorizar, ir a lo esencial, que en el minimalismo consiste en cuidar el espacio.
- Buscar materiales para los revestimientos del salón (paredes y suelos) así como un mobiliario que lo hagan especial.
- Conseguir una distribución adecuada, que deje espacios libres pero no dé sensación de vacío.
- Introducir los elementos justos para obtener una estancia confortable, como por ejemplo un buen sofá, algo de lo que no se debe prescindir en el salón, por muy minimalista que sea.
En la elección de los materiales, no deben faltar las materias nobles, como la madera o los tejidos naturales, y los tonos neutros que vayan acompañados de una iluminación adecuada. “Todo ello bien combinado puede transmitir calidez en un espacio con muy pocos elementos”, dice Paloma Angulo.
Lourdes Coll, de Momocca, está de acuerdo en que los materiales escogidos son fundamentales para que un salón minimalista resulte cálido a la vez. “El tipo de revestimientos es muy importante, ya que es la parte que más relevancia cobra en la relación lleno-vacío de una estancia minimalista. Optaría por el blanco o los tonos apagados y materiales con cierta textura, como la piedra”.
Adela
En cuanto a los elementos de mobiliario, esta diseñadora aconseja contar con muebles complementarios que no ocupen mucho espacio visual y sí aporten la capacidad de almacenaje necesaria en cualquier hogar. “Creo que un aparador es primordial, pero buscaría acabados lisos y planos, con líneas rectas y sencillas“. Un buen ejemplo sería este aparador de la imagen, de Momocca.
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¿Y si no me puedo deshacer de todas mis pertenencias? Es cierto que el minimalismo extremo lleva a la eliminación de prácticamente todos los objetos que conservamos simplemente por apego o afán de posesión. Quizás no quieras llegar a ese punto o no puedas. En este caso, opta por elementos de almacenaje discretos, que se integren en la propia estructura de la vivienda y no entorpezcan la limpieza visual de un espacio minimalista.
Según Paloma Angulo, “lo mejor es ponerse en manos de un profesional que diseñe espacios y zonas de almacenaje integrados en la distribución”. Soluciones como cajoneras bajo un banco en la ventana, o tabiques de separación de estancias que se convierten en un gran contenedor de elementos, “son ejemplos de que la carpintería puede representar un papel muy importante en una decoración minimalista”.
Y es que, como afirman Cristina San José y María Perales, de La Espaciera, una decoración minimalista es “una medicina contra la fatiga de la indecisión”, facilita el mantenimiento del orden y la gestión de las posesiones, y esto hace que ganemos en tiempo y energía. “Es una sensación liberadora”, concluyen.
¿Y TÚ?
¿Te gustaría tener un salón minimalista? ¿Ya lo tienes? Cuéntanos tu experiencia en la sección de comentarios
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