Prepara tu casa para el frío: ¿Qué estufa me conviene?
Te mostramos varias soluciones con diferentes combustibles para que encuentres el modelo de estufa que mejor se adapta a tus necesidades.
Las estufas son adecuadas para calentar viviendas en las que no existe un sistema de calefacción convencional o se desea aumentar la temperatura en una estancia concreta. Su principal diferencia con los radiadores es que mientras estos disipan el calor que les llega, la estufa emite calor por combustión. Además, y al contrario que las chimeneas, no están encastradas en ningún hueco y no se necesita hacer obras de ningún tipo. Dependiendo del combustible (leña, biomasa, gas, bioetanol…) varían sus requerimientos y prestaciones. Aquí te contamos qué clases hay para que decidas cuál es la que más te conviene.
Expertos consultados:
Enrique Martín, Jefe de producto de climatización, calefacción, producción agua caliente y energías renovables de Leroy Merlin
Isaac Santana, de Bosch Marín
Expertos consultados:
Enrique Martín, Jefe de producto de climatización, calefacción, producción agua caliente y energías renovables de Leroy Merlin
Isaac Santana, de Bosch Marín
Las estufas tradicionales son de radiación y, aunque se siguen fabricando, las de convección están ganando terreno. En éstas el aire se distribuye de forma uniforme por toda la estancia, mientras que las de radiación emiten mucho calor a su alrededor, pero disminuye a medida que nos alejamos de ellas.
Con respecto a los materiales, siguen vigentes las de hierro fundido, pero también se utiliza el acero. Éstas últimas son más ligeras y calientan más rápidamente, pero el calor de las estufas de fundición es más duradero. “También existen estufas de diferentes materiales como la cerámica y aleaciones de acero cuyo interior está revestido con materiales refractarios como el keramott, un revestimiento interno que, gracias a su perfecto aislamiento, consigue una combustión muy limpia”, apunta Isaac Santana, de Bosch Marín.
Con respecto a los materiales, siguen vigentes las de hierro fundido, pero también se utiliza el acero. Éstas últimas son más ligeras y calientan más rápidamente, pero el calor de las estufas de fundición es más duradero. “También existen estufas de diferentes materiales como la cerámica y aleaciones de acero cuyo interior está revestido con materiales refractarios como el keramott, un revestimiento interno que, gracias a su perfecto aislamiento, consigue una combustión muy limpia”, apunta Isaac Santana, de Bosch Marín.
Las estufas de leña se alimentan de briquetas (bloques cilíndricos o prismáticos realizados con biomasa forestal compactada procedente de aserraderos, fábricas de muebles, etc.) y leña de poda, aunque no sirve cualquier madera (no se deben utilizar maderas barnizadas, por ejemplo). Cada fabricante indica cuál es la más conveniente para cada modelo.
Actualiza tu casa: Refuerzo de calor con estufas de leña y pellet
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Este tipo de estufas son adecuadas para calentar estancias de entre 25 y 100 metros cuadrados. Aunque no necesitan ni el espacio ni la obra que requiere una chimenea, sí que hay que prever una salida de humos al exterior, ya sea a través del techo o de la pared.
Ideas para salones con estufa de leña
Ideas para salones con estufa de leña
Además del modelo de estufa de leña básico, existen otros que incorporan tecnologías modernas. Algunas integran también un horno o cocina para aprovechar el calor de la misma combustión. Otras están equipadas con dispositivos electrónicos que permiten regular la temperatura de la casa.
Igualmente existen modelos que permiten calentar también la habitación contigua mediante conductos de aire canalizables, además de las “hydro”, que pueden alimentar un circuito de radiadores de agua.
¿Cuál es el mejor sistema de calefacción? Seis expertos te lo cuentan
Igualmente existen modelos que permiten calentar también la habitación contigua mediante conductos de aire canalizables, además de las “hydro”, que pueden alimentar un circuito de radiadores de agua.
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Las estufas de biomasa o pellets son una alternativa mucho más eficiente a las estufas de leña. Enrique Martín, de Leroy Merlín, lo explica: “Proporcionan calor más rápidamente que las de leña y tienen un rendimiento mayor, ya que con menos combustible se consigue la misma potencia calorífica“.
Para instalarlas es necesaria una salida de humos al exterior, por una tubería de 8 centímetros de diámetro, y una conexión eléctrica. Se alimentan con pellets, un producto formado por cilindros de unos pocos milímetros de diámetro elaborados a partir de serrín y virutas prensadas provenientes de residuos industriales y agrícolas. Se trata de un combustible de un gran poder calorífico y de bajo precio. Además, se transporta fácilmente, requiere menos espacio de almacenamiento y deja muchos menos residuos que la leña convencional, por lo que estas estufas son más fáciles de mantener.
Para instalarlas es necesaria una salida de humos al exterior, por una tubería de 8 centímetros de diámetro, y una conexión eléctrica. Se alimentan con pellets, un producto formado por cilindros de unos pocos milímetros de diámetro elaborados a partir de serrín y virutas prensadas provenientes de residuos industriales y agrícolas. Se trata de un combustible de un gran poder calorífico y de bajo precio. Además, se transporta fácilmente, requiere menos espacio de almacenamiento y deja muchos menos residuos que la leña convencional, por lo que estas estufas son más fáciles de mantener.
Isaac Santana, de Bosch Marín, añade: “El pellet es un material muy ecológico, ya que, al ser biomasa procesada, suele emitir menos humo que la leña (que contiene más humedad). En consecuencia, las emisiones de CO2 suelen ser también menores siendo muy respetuosas con el medio ambiente. Si a eso le añadimos que el pellet también se elabora con hojas y restos de materia forestal que se encuentran en los bosques, con su uso ayudamos a limpiarlos de “basura” orgánica y a prevenir en verano los incendios forestales”.
Qué es mejor, ¿una estufa de leña o una estufa de pellets?
Qué es mejor, ¿una estufa de leña o una estufa de pellets?
Las estufas de pellets cuentan con un depósito de carga trasera con programación automática que permite dosificar el combustible en relación al consumo. En este tipo de estufas la intensidad del calor y la temperatura se pueden regular con un termostato.
Al igual que en el caso de las estufas de leña, existen modelos que permiten calentar también la estancia contigua (canalizables), así como otros que producen agua caliente para alimentar radiadores y suelo radiante (termo-estufas). Las estancas son las que no toman oxígeno del ambiente, sino que poseen un conducto extra para tomarlo del exterior. Se recomiendan para espacios muy reducidos. Las estufas de pellets suelen ser bastante silenciosas, aunque se pueden encontrar en el mercado gamas superiores cuyos ventiladores emiten todavía menos ruido.
Al igual que en el caso de las estufas de leña, existen modelos que permiten calentar también la estancia contigua (canalizables), así como otros que producen agua caliente para alimentar radiadores y suelo radiante (termo-estufas). Las estancas son las que no toman oxígeno del ambiente, sino que poseen un conducto extra para tomarlo del exterior. Se recomiendan para espacios muy reducidos. Las estufas de pellets suelen ser bastante silenciosas, aunque se pueden encontrar en el mercado gamas superiores cuyos ventiladores emiten todavía menos ruido.
También existen estufas que utilizan gas natural como combustible. Al igual que los modelos de leña y pellets, necesitan chimenea, pero producen más emisiones de CO2 que las de biomasa. Para Isaac Santana “la mayor ventaja de las estufas y chimeneas de gas es que son muy cómodas y limpias ya que no generan residuos sólidos”.
Si no tienes posibilidad de practicar una salida de humos en tu vivienda o estás buscando una solución temporal, puedes optar por una estufa de gas butano o propano. Actualmente son más seguras, eficientes, queman mucho menos oxígeno del ambiente y son más estables que las de antaño. El hecho de tener ruedas, permite desplazarlas de una estancia a otra según nuestras necesidades.
Enrique Martín de Leroy Merlin aconseja: “Es una solución muy económica, pero se recomienda para estancias de más de 20 metros cuadrados, bien ventiladas, y hay que apagarlas por la noche”.
Se clasifican en estufas de gas radiante (para calentar estancias de 30-35 metros cuadrados), catalíticas (para espacios de 20-25 metros cuadrados, sobre todo si hay animales o niños, ya que el riesgo de quemaduras es muy bajo) y, por último, las de llama azul (las más eficientes y útiles).
Chimeneas: De leña, biomasa, gas o bioetanol ¿Qué modelo me conviene?
Enrique Martín de Leroy Merlin aconseja: “Es una solución muy económica, pero se recomienda para estancias de más de 20 metros cuadrados, bien ventiladas, y hay que apagarlas por la noche”.
Se clasifican en estufas de gas radiante (para calentar estancias de 30-35 metros cuadrados), catalíticas (para espacios de 20-25 metros cuadrados, sobre todo si hay animales o niños, ya que el riesgo de quemaduras es muy bajo) y, por último, las de llama azul (las más eficientes y útiles).
Chimeneas: De leña, biomasa, gas o bioetanol ¿Qué modelo me conviene?
Similar funcionamiento tienen las estufas de parafina (un combustible que se obtiene a partir del petróleo o el carbón). Enrique Martín aclara las diferencias entre unas y otras: “El coste del gas y de la parafina no es muy diferente, pero las estufas de parafina son menos eficientes que las de gas. Aún así son muy manejables y una solución muy práctica para calentar rápidamente salones y comedores de superficies entre 20 y 40 metros cuadrados”.
En el mercado también puedes encontrar estufas que se enchufan a la red eléctrica y que son simuladores de llama y humo. Se suelen utilizar para decorar espacios públicos como hoteles y restaurantes, aunque también hay modelos para el hogar que generan aire caliente, mediante un calefactor incorporado. “Este tipo de estufas y chimeneas han tenido un auge importante en los últimos años, ya que recrean una atmósfera tradicional y hogareña en viviendas en las que que no se pueden incorporar conductos de salidas de humos”, asegura Isaac Santana.
Finalmente, otra opción que no necesita chimeneas ni conexión eléctrica son las estufas de bioetanol o bioalcohol, que es el combustible producido a partir de materias y restos orgánicos mediante fermentación alcohólica. Son aparatos ligeros y transportables, y existen versiones de pared, de sobremesa o de suelo. En opinión de Isaac Santana de Bosch Marín: “Su poder calorífico no es muy elevado y su valor es más bien decorativo. Son muy recomendables para ambientar terrazas o espacios exteriores en invierno”.
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¿Te han resultado útiles nuestros consejos? ¿Qué modelo de estufa te conviene más?
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